miércoles, diciembre 23, 2009

Ayer se rompió mi ventana

Me hubiera gustado no estar ahi, pero creo era inevitable. Desde hace mucho tiempo ya que observaba de lejos las corrientes pero no les hacia caso porque mi ventana era muy resistente y me conformaba con mis dos ventiladores en casa.


Ayer caminaba frente a la ventana, yo como siempre tranquila, habituada, cuando de repente el aire de invierno con un solo golpe rompio mi ventana, no recuerdo del todo como fue, porque la corriente era muy fuerte y en principio me quito el aliento, el aire me pasaba por todos lados y con el, pequenios trozos de vidrio que me iban lastimando. A pesar de que fueron solo unos segundos yo lo recuerdo como varios minutos de guerra, cuando el viento me regreso el aliento yo aproveche para insultarlo, ofenderlo, defenderme, castigarlo... fue una horrible pelea de supervivencia: el aire que asi como queria entrar tambien queria salir y yo en medio gritando y pateando...


Ahora solo me quedan mis cicatrices que aunque duelen aun no se donde se escondieron y mi ventana rota.


Todo el dia de hoy he estado observando mi ventana y aunque aun se ve agresiva y como campo de batalla, me he dado cuenta que todo se ve mejor a traves mi ventana rota... esa vista que en teoria era la misma de antes pero sin vidrio, me ha convencido de no reparar mi ventana, en lugar de eso, quitare los vidrios rotos que quedan y el marco que ya estaba marchito, tirare un poco de pared al rededor y toda hasta el piso y le pondre unos pequenios ladrillos rojos que enmarcaran un gran balcon, le comprare un piso de azulejos y una pequenia rejilla amarilla que solo me limite la caida, tambien pondre unas masetas afuera que pintare de varios colores. Las masetas tendran diferentes flores cuando llegue libremente el aire de primavera, luego permitire que entre el aire de verano, olere en exceso el aire de otonio, me mojare con el que tenga lluvia, me volvere a enfriar cuando venga otro invierno, y puede ser que me enamore del segundo aire templado... seguramente a algunos insultare y a otros adorare, pero como buenos vientos, antes de querer volver dejaran mis palabras por ahi, en algun otro lado.


Siempre aniorare mi viento de invierno que, por mas que yo quiera, quiza jamas se desprenda de mis palabras ni se le antoje venir a conocer mi nuevo balcon, pero yo le agradezco que ayer rompio mi ventana y solo asi hoy puedo disfrutar los rasgunios del aire frio sobre mi cara.

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