Sí, la verdad es que yo me doy hueva, este blog debería aportar algo a la comunidad, no sé, retomar eso de la divulgación de la ciencia que, aunque era malísimo, por lo menos informaba, no sé, decía algo... debería yo hablar de política, y quejarme de la guerra contra al narcotráfico y hacer retorcer a todos aquellos que me lincharon por no haber votado por el peje, y decir que todavía no me arrepiento de mi postura, que lloré todo el dos de octubre y que por falta de tiempo no fui a la marcha y postear ese escrito publicado el siguiente lunes donde decíá cómo se había callado a la juventud y el ímpetu de cambio por siglos posteriores... o más bien debería de dar datos curiosos, no sé, de esos que nadie sabe, y que parecen ser "interesantes" o por lo menos ser un poco menos clavada y más divertida y entretener a la banda con chistes o figuritas o cosas chairas o ya de perdida burlarme de mis alumnitas... jeje, que la verdad son re divertidas... ya ni si quiera doy referencias de conciertos, ni de películas, ni de seminarios, ni del libro que estoy leyendo, chale, sí, la verdad es que reconozco que todo el tiempo escribo pa'mi sola y que ni se me entiende, y que es totalmente mi ego escrito y subido a la red... pfff, pero pues, por eso empecé esto, vil egoìsmo, menos dar y más recibir, por lo general mis pláticas con terceros son de los terceros y por lo general ando viviendo la vida de otros... ¿sí? mmh, no sé, creo que otra vez exageré, pero bueno, seguramente en un momento de mayor madurez y menos introspección haré un blog para la gente, para mis tres lectores, que aporte algo, que compita en el raiting, que tenga visitantes... pfff, pero mientras, mientras seguiré hablando de mi, y ahora hablaré, teclearé, escribiré (jaja hace años que no se burla nadie de la micha) de mi nueva faceta de la alcohólica jurada.
Sí, seguramente exagero, y me estoy azotando de más como siempre, pero lo cierto es que según yo ya había retomado la vida de señorita responsable, traajadora, miss, que ya no forevereo en fiestas, que ya no fumo, que ya no aguanto, que a las 4 ya me quiero ir a dormir, que ya di el rucazo y... sí, hay algo de eso, pero lo cierto es que cuando menos me doy cuenta ya estoy en calidad de reina de la noche, gritando, bailando y desfigurando como los viejos tiempos... digo, simpre me ha encantado, y siempre he dicho que mi mejor estadío o estación es el de ebria sonriente porque nunca he malcopeado, siempre alegro a la banda, y soy tan pero tan tan tan feliz que no me importa que el mundo ruede... mis ojos brillan y mi fìsico llega a capacidades casi sorprendentes de fortaleza... pero ven, ese es uno de los problemas, primero, me encanta, segundo, en mi casa es algo latente (mi familia no puede vivir sin sun submarino cada domingo) y tercero, no soy conciente cuando ya estoy de nuevo embebida en el... jaja dejémoslo en en embebida.
Entonces, a propuesta de mi madre y bajo la premisa de querer hacer investigación, adopté esa costumbre de mi amiga Giovanna de experimentar vivencialmente y decidí evaluar mi grado de dependencia al alcohol. Sí, sí, riánse, pero es verdad que no hay semana que no tome, ya sea chela en el kingspub el martes, o jueves de queta, o un miércoles en el café-visita-casa-amiga-hace-mucho-que-no-veo, o sabado de fucho, o domingo de submarino o viernes de fiesta femme-fatal, pero siempre, siempre, siempre, hay un chupe semanal, entonces, decidimos, bueno, yo decidí un mes pero mi madre decidiò que era muy poco (queeeeeee) que no tomaré ni una sola gota de alcohol hasta el 12 de diciembre (bien considerada mi madre me dejó intacto el tradicional guadalupe reyes) y pues ya, empiezo oficialmente mis días de abstinencia, considerando que no chuparé ni en marsvolta, ni en los cadillacs, NI EN EL CONGRESO DE SM DE BIOQUÍMICA ni en ninguna de las fiestas que ustedes, tres lectores, me inviten.
Ya les iré contando si mi dependencia es física, sicológica, social o científica.
¡salud!