sábado, marzo 14, 2009

I'll laugh until my head comes off

Mañana es el día.
Debería ser más responsable y ordenada y sacar de borradores a las últimas ideas de mis semanas y no publicarlos después en fechas anteriores, a destiempo, sé que lo tengo que hacer, pero sinceramente no he tenido todo el tiempo que quisiera y ante mi incapacidad de que me fluyan palabras y redacciones precisas, preferí tomar hoy la computadora y escribir sin revisar a unos minutos de salir de mi casa, mi emoción y tensión, no quería dejar pasar este momento de preocupación para después.
Sinceramente tengo un poco de miedo, miedo de la gente, de la moda, de la actitud.
Creep se presentó como esa moda, el himno depresivo de una generación que ahora paga sus consecuencias muy distinta a la de sus creadores que evolucionaron y progresaron sin que sean alegres sus motivos pero con una complejidad y madurez exquisita.
Exquisita es la palabra, aún recuerdo el regocijo de la primera vez que escuché Idioteque, manejaba en mi tsuru plateado y me tuve que parar, sólo a escuchar, cerré los ojos y sin importar la prisa y el tráfico pausé mi presente. Ahí fue cuando retomé a Radiohead, porque la verdad en aquel entonces no era tan musical, mis prioridades como lo he dicho una y otra vez eran los tiempos y las repeticiones, lo mío era el rock en español y un poco de pop, ja, pero ese día regresé a mi costumbre de no cantar ni interpretar ni traducir letras, sólo escuchar y sentir. Y entonces saqué mi OKcomputer que tenía abandonado y reevalué a Karma Police no como la del video extraño ni a Paranoid como la de las caricaturas satánicas, no, sino como las verdaderas obras de arte que son. Aunque me avergüenza un poco decirlo, hasta la fecha no sé que dicen en sus líricas, no tengo idea de que tan depresiva o alegres sean, nunca me he detenido para entender qué quieren decir sus nosurprises, pero ese disco cada que lo escucho me paraliza, conmueve, me dan escalofríos. Eso es mi Radiohead, melodías, ambientes, sentimientos. Soy fan desde el día que me hicieron llorar sin tener que convencerme de sus palabras, y a eso iré mañana, a exharcerbar mis sentidos desde mis oidos...
Estoy muy emocionada pero a la vez un poco angustiada de encontrarme con los mismos que fueron a ver a madonna que sólo estaban ahí para presumir que habían conseguido boleto sin que cantaran o sintieran o bailaran, espero que no vayan los mismos que fueron a ver a U2 ni los que fueron a Soda, sino que vayan lo verdaderos sensibles y no los que entraron al club "ocesaplus te invita a todos los conciertos" de verdad me gustaría ver mañana una completa comunión de nuestras estrellas negras y sus paranoicos escaladores de paredes.
Mañana estoy dispuesta a llorar, gritar, cantar, aunque mis alrededores sean indiferentes y maniacos, pondré mi veladora para que así no sea, y si sí, pues prenderé otra.

1 comentario:

Ferdinand dijo...

Y así fue.

Y ojalá hoy se repita.