Benditos congresos...
Yo que ya quería renunciar, que ya me sentía la peor científica del universo, que estaba pensando en que mejor me debería dedicar a ser manager de una banda de rock...
Un viaje, de nuevo me curó, Taxco me regresó a mi lugar, me recordó que estoy donde quiero estar y que sí me interesa eso de los citocromos y el etanol... ja, y es que platicando con mi amiga Bere nos dimos cuenta que en realidad lo que pasa es que estamos en un estado de tremendo estrés oxidativo que está justo diferenciando y seleccionando lo que se va a quedar y lo que se va a morir programadamente, y que no podemos tomar antioxidantes porque si lo hacemos nunca creceremos ni maduraremos, así que es normal tantas cinasas inducidas y rompimientos de cadenas, sólo tenemos que aguantar, porque cuando ya estemos maduras el estrés que vendrá será combatible con glutationes y catalasas... Amé el congreso, por lo que aprendí, por la convivencia, los amigos, las pláticas pero más porque me acercó al despertar que tanto exigo y me inspiró seguir con los ROS bien elevados y disfrutar mi estado de diferenciación.
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