y pésimo es poco
me late tan fuerte el corazón que siento que va a estallar, me duele el pecho, tengo escalofrío, me sudan las manos, tengo demasiada ansiedad, tengo taquicardia, se me va la vista, ni puedo escribir bien esto, me tiemblan las manos, tiemblo yo toda, tengo miedo, mucho miedo
estoy enojada, frustrada, no quiero preparar clase, ni calificar cuadernos, ya no quiero levantarme temprano, ya no soporto la ideología, ya no soporto el tuétano, no quiero estar atrasada, no quiero quedarme atrás, quiero dormir, quiero estar, no quiero que me vuelva a pasar... la plática con el que ya no va a estar fue demasiado desesperanzador y estoy nefasteada, de verdad que no quiero que vuelva a pasar, no quiero sentir, pero tampoco quiero dejar de soñar, no quiero desilusionar más, no quiero que se me acerquen personas a las que no haya elegido yo, quiero escoger, no quiero convencer, no quiero que me convenzan, estoy cansada de luchar pero tampoco quiero tener miedo a vivir... no quiero entenderte tarde, no quiero que cuando quiera ya no quieras, no quiero perder mi tiempo, ni que tú pierdas el tuyo, no quiero empezar sin olvidar, no quiero estar pero no estar, no quiero obligar las cosas, no te quiero lastimar, no quiero llorar más, no quiero que me vuelva a pasar..
odio el software, odio estar a destiempo, odio oler su perfume todavía, odio el desfase, odio el querer seguir sola, odio que se haya aparecido ella, odio, odio que no haya funcionado, odio mi corazón que late tan fuerte....
no debí haber tomado ese café.
Encarnar la revolución de los afectos
-
Sucede que mientras hablo con las compañeras que más admiro, con
frecuencia me encuentro con una misma historia: hay un hito, el de un amor
lobo con pie...
Hace 3 meses.
1 comentario:
Bueno, quizá con cierto atrazo... pero... un abrazo... que hueva da la vida a veces.
Publicar un comentario