En mi largo periodo de inapetencia, me he rodeado de muchachitos abrepuertas, invitacines, decentes, de lentes, con muy buenas intenciones que mi madre adoraría como yernos.
Es más mi inapetencia.
Lo chido es que me suben el autoestima, que tienen muchas atenciones y que sus pláticas son interesantes.
Pero las palabras más bonitas del verano no fueron de sus bocas, me las dijo la persona que yo consideraba el más patán de los patanes... sus palabras fueron:
"ana, tú te mereces a un Germán, y te va a llegar tu Germán, te va a llegar"
Gracias, si lees esto algún día, quiero que sepas que me hiciste la noche, halagaste a muchos con tu comentario.
Encarnar la revolución de los afectos
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Sucede que mientras hablo con las compañeras que más admiro, con
frecuencia me encuentro con una misma historia: hay un hito, el de un amor
lobo con pie...
Hace 3 meses.
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