sábado, septiembre 29, 2007

de las cosas bonitas que luego a uno le dicen

En mi largo periodo de inapetencia, me he rodeado de muchachitos abrepuertas, invitacines, decentes, de lentes, con muy buenas intenciones que mi madre adoraría como yernos.
Es más mi inapetencia.
Lo chido es que me suben el autoestima, que tienen muchas atenciones y que sus pláticas son interesantes.
Pero las palabras más bonitas del verano no fueron de sus bocas, me las dijo la persona que yo consideraba el más patán de los patanes... sus palabras fueron:
"ana, tú te mereces a un Germán, y te va a llegar tu Germán, te va a llegar"

Gracias, si lees esto algún día, quiero que sepas que me hiciste la noche, halagaste a muchos con tu comentario.

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