jueves, diciembre 20, 2007

el último que te dedico

Tenía mucho tiempo que no amanecía con los ojos hinchados, que no mojaba mi almohada, que el insomnio no era sólo por estrés, que no recibía las miradas maternales de lástima.

Estoy cansada de estas lágrimas infundadas, no les encuentro sentido, estuve tanto tiempo dedicada a negarles mi espacio, que ahora estoy más confundida que al principio. Pareciera como si tuviera que cubrir toda la cuota de las lágrimas por mi derramadas. ¿Cómo saber cuántas han sido desperdiciadas? ¿cuántos litros o galones son los que la vida me tiene y le tengo en deuda? ¿cómo saber cuándo pasará esta brisa que de norte pasó a torbellino y de ahí a tormenta?

Aprendí que la razón no es tan poderosa, que me es muy fácil tomar decisiones pero no seguirlas, qué voluntad es esa, si ni siquiera pude ser fiel a lo que sentía.

No me di cuenta, me perdí entre caricias, entre instantes y miradas, entre conexiones absurdas y argumentos forzados... me perdí una vez más.

Seguramente es un capricho infantil.

Pasó justo lo que temíamos que ocurriera, juntos llamamos a nuestros demonios, fuimos profetas de nuestro propio fracaso.

Querías que fuera y fui un escape a tu dolor, una ilusión, una hada que con su alegría y dispersión te distrajera, una personalidad conocida que te recordara a la adolescencia, una mujer ideal sacada de tus sueños pero, como toda criatura espacial, me desvanecí al despertar, con un simple detalle te recordé tu realidad, te recordé tu tristeza, tu rencor, tu inseguridad. Hice justo lo que temías y a la vez esperabas. Tampoco estabas listo, no me tires más tus piedras porque afiladas ya estaban sin la mía.

Es más terrible aún el poder describir según yo tu situación y no entender este mi dolor. Yo hace mucho que renuncié a una ilusión, lo que alguna vez vi en ti se desplomó con la información, me negué, huí, corrí y hasta a la grosería acudí. Las ideas las tenía claras, sabía lo que quería, sabía que a ti no te quería, pero aún no entiendo ni sé cuál fue el momento en el que te tenía hasta adentro, aún antes del contacto clave, me encontraba extremadamente conflictuada. Me encanta tu actitud, tu energía, tu valor, tu honestidad, y más que nada tus ganas de soñar. Pero no soporto tu ambigüedad, tu inmadurez ("") y tu intermitencia. Tarde pero cierto, ahora nos veo, no eternamente, pero sí nos veo, es absurdo que el dolor me esclareciera, que tu ausencia me gritara una y otra vez que no negara mis adentros, me desconozco y a veces me sorprendo pidiendo tu arrepentimiento. Azotes me doy ahora, ves como yo tenia razón, me tardé para negar mi decisión y tiré el volado a medias, ahora me arrepiento de hacerlo a medias, no lo debí haber tirado nunca, sólo lo tiré sin esperar que cayera y mientras le soplaba para que no conociera el piso tu mano larga con el fantasma robaron la moneda. Maldigo tu mano larga, maldigo a ese tu fantasma.

No hay nada más que hacer ya, tú quieres encarnar al fantasma y a mi sólo me queda esperar a que el dolor pase, no es la primera ni la última que este mal me padece. Ya no quiero interrumpir más a Veane con tu existencia. Vienen cosas buenas, mejores, un nuevo año, esperanzas, personas valiosas, nuevas ilusiones, me sé sincera y a pesar de que pareciera que ya no late, mi corazón es aún carnoso, rojo y sangriento.
Pronto estará listo para sangrar de nuevo.

1 comentario:

El Pseudonimo dijo...

Haaa jajajajaja que buena descripcion y que chidas fotos!!!, y vallase preparando para la que sigue en Villa del Carbon!!