Te dije que estaba muy bien, pero la verdad no lo estoy tanto, no estoy mal, pero estoy frágil, vulnerable, muy cerca del precipicio, a nada de caerme. Por favor no me pidas vernos, no seas tan amable, no me digas cosas lindas, tómate tu tiempo, deja que se me pase, deja que te extrañe, deja que te quiera ver yo otra vez, porque si muestras más interés ahora que antes voy a confundir las cosas, las confundiría aunque no lo quisiera y eso me tumbaría, me derrotaría, no lo podría soportar, de verdad ya no lo quiero confundir, aplícame la de Tomás que al fin te sale muy bien.
Encarnar la revolución de los afectos
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Sucede que mientras hablo con las compañeras que más admiro, con
frecuencia me encuentro con una misma historia: hay un hito, el de un amor
lobo con pie...
Hace 3 meses.
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