domingo, enero 21, 2007

Mujer decente v.s. Femme Fatal (Confesiones de una mojigata empedernida azotada)

Ya he dicho muchas veces que mi educación fue católica apostólica y romana versión opus dei con todo los detalles exageradamente conservadores que implica.
Yo nací rebelde, por lo que a lo largo de mi infancia y de mi pubertad combatí contra ese pequeño sistema y, aunque pude salir de la fortaleza, mi fatigante lucha no fue del todo triunfal.
Los estragos de la batalla me dejaron cicatrices, ideales taladrados en el hueso y enmedulados con el tuétano, sutil y sigilosamente las numerarias me convencieron de muchas cosas y es por esto que aún sueño, que aún me enamoro, que aún me entrego, que aún ayudo desinteresadamente y que aún confío en la gente (tampoco soy tan buena eh, a veces se me olvida todo esto).
Una de las enseñanzas fue particularmente muy clara y explícita: "El sexo es, y sólo es, para cuando una mujer y un hombre se aman y quieran procrear en el seno de una familia"... Así, no más y no menos, o sease si quieres coger sólo lo puedes hacer con tu ESPOSO y sólo cuando quieras tener hijos.... ¿y mientras? pos mientras abstinencia mija y ya, déjale de contar.
Entonces ubíquenme en la secundaria que yo me lo tomé todo esto muy en serio, me gustó la idea de que a la persona con la que iba a compartir mi intimidad fuera la que me iba a acompañar el resto de mis días, me gustó el rollo de la exclusividad, del amor eterno, de la familia, de la compenetrabilidad, etc. etc. Entonces lo pensé mucho, entonces pasó el tiempo, entonces crecí y conocí y vi un poco del mundo real y me tardé y me tardé y medité y medité hasta que según yo encontré a mi amor eterno... me estacioné y fui felizmente parqueada.
El tiempo pasó y ¿qué pasó? pues que me equivoqué, que no era tan maravilloso mi amor y que el acto tampoco era tan celestial. Me aferré y pues ¿luego qué? pues luego maduré ¿y luego? luego dañé ¿y luego? luego terminé y luego escuché y luego conocí y platiqué y vi como por un lado yo lo había podido hacer celestial y por el otro existen quiénes lo pueden utilizar como una estrategia, una arma de poder, un elemento de superviviencia o seducción, un sometimiento de díficl contradicción, una herramienta para poder hacer lo que se quiere cuando se quiere un enorme acto de valentía e inteligencia.
Desde mi ingenuidad yo admiro a estas personas, las que se avientan, las que hacen las cosas por sí solas, que tienen objetivos claros y no dudan en hacer lo que sea para conseguirlos, que tiene la fuerza suficiente para separar situaciones y no esperar a alguien que las rescate y que no les importa el que digan los demás...las adminro porque yo no puedo, bueh tampoco esque me importe lo que digan los demás pero no puedo ser así de valiente, mi corazón es aún frágil y soñador y tampoco es que quiera cambiar mi situación, tampoco es que quiera experiencias para hacerme más fuerte y frívola no, me gusta mi ingenuidad aunque siempre me de cruda moral por pendejaditas y me ando azotando a cada rato y tengo que aceptar que tristemente, ingenuamente e inmaduramente soy una amante lírica, siempre buscando y no encontrando.
No me molesta que mi ex diga que me estoy haciendo fama de femme fatal, en primera porque sé que las personas que dicen eso es porque son pequeñas de pensamiento, que no se dan la oportunidad de conocer, que etiquetan, que discriminan, que les da flojera esforzarse y la segunda porque a las femmes las admiro de corazón, porque son lo que yo no podría ser, en fin, ya confesé mucha pendejada triste, antes de que mi vida privada sea más pública de lo que ya es paro de escribir aqui. Ciao

No hay comentarios.: