En estos días trabajé para la SEP, fue una experiencia bien rara, no tenía ni idea de lo que es la educación primaria en nuestro país.Cuando me dijeron que tenía que ir a aplicar el examen enlace a una primaria privada, me imaginé que iba a ser un godwin o un oxford (chale y luego digo que yo no estoy en una burbúja) y me encuentro con una primaria llamada con un nombre extraño (que fue cuando me di cuenta que si deplano no soy famosa mi última alternativa será poner una escuela primaria y ponerle mi nombre para que así todos los chamacos me repitan una y otra vez cuando les pregunten en qué escuela van y para que las boletas, lo cuadernos, las circulares tengan mi nombre hasta arriba... ¡y hasta los sellos! tssss je perdón por mi mediocre desviación)en la escuela la matrícula era de 55 alumnos de TODA la primaria, y la directora hablaba con los clásicos mexicanos naidien, sesto y dijistes y algunos alumnos eran más brillantes que los maestros... pero éste no era el motivo del post, la verdad no me puedo quejar, me atendieron muy bien y la escuela se desempeñó según los estándares. Ojalá fuera así en todas las primarias, desde la más grandes hasta las más pequeñas, todo está en nosotros los maestros, de hecho había uno que me llamó mucho la atención, hablaba lento, pausado, gritando, pero amable, con normas, y esas pequeñas metodologías que facilitan el orden, como contar para temrinar de comer, como tomar el tiempo en que saquen los lápices, como leer en voz alta para que todos vayan al mismo tiempo... ¿será que en serio sólo así sirve? si es cierto entonces yo ya debería empezar, aunque va contra toda mi personalidad, contra mis principios morales, contra mi escencia... chaaa prometo esforzarme más.
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