Resulta que iba yo saliendo de medicina bien feliz después de dedicar 2 horas de mi vida a estar viendo nada más a ratas cambiándose de lugar en una caja (cabeceaba del aburrimiento) y que veo la hora y me doy cuenta que ya no me daba tiempo de ir al lab, entonces decidí entrar a una plática sobre un equipo de RT-PCR que vendían.
La neta era la única alumna, porque obvio la plática era de los fabricantes (un alemán que hablaba el inglés bien chistoso) para los investigadores en busca de que le compraran el equipo (estamos hablando de cientos y cientos de miles de pesos que algo me dice que no me alcanza) pero pues yo nada más entré porque vi que estaban regalando jamones y quesitos cortados y porque como ya dije, no me daba tiempo de hacer nada más.
La plática hasta eso estaba interesante, pero como siempre, el equipo era la ultramegamaravilla que no se comparaba con nada y que ibamos a ser unos tremendos inéptos si no lo comprabamos (auuu), imagínense, si estaba cabeceando con las ratas (que mi obligación era estar alerta) pues más con este señor que aunque hablaba rechistoso no fue lo suficiente para mantener mi atención (traigo una deuda de sueño impresionante, yo no sé cómo no me ha dado un infarto).
En fin, el punto es que al final ya que me iba que me dicen: "no señorita espérese que vamos a hacer una rifa" y pues a la gorra ni quien le corra verdad y pues que meto papelito con mi nombre en la urna y que me siento a esperar que acabe. Salió el primer ganador y dije "huy que chido una memoria USB a mi me hace falta" salió el segundo ganador y chale me di cuenta que había unas probabilidades enoormes de ganar, nomás habíamos como 30 tipitos en el auditorio y se estaban rifando 4 cosas, según mis matemáticas era una probabilidad de 1 en 7 más o menos...y pensaba: "chale sería el colmo que no me sacara nada", y entonces mientras estaba haciendo mis cálculos que me dicen " a ver señorita, mano santa, saque un papelito" y chas que se me ocurre que mi papelito fue el último que entró y chas que se me ocurre que posiblemente el mío está hasta arriba y que chas meto la mano concentrada en sacar el de hasta arriba y que chas que saco y que saco el mío.
Ven, la suerte no existe... todo está en sus manos.
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