miércoles, abril 18, 2007

Sección Mole 1mM: "Parasiteando al mexicano"

En efecto, muchos dicen que los mexicanos tendemos mucho a eso de “parasitear”, aprovecharnos del huésped y consumirlo para nuestra supervivencia.
No quiero tocar ese tema ahora, yo lo que quiero platicar es como en realidad los mexicanos somos los que estamos siendo parasiteados.

Seguro todos han oído de la solitaria, esa que las modelos quisieran tener para no engordar y que yo cuando tengo hambre digo que ella solita se está comiendo su cola. Pues el nombre científico de este parásito es Taenia solium y precisamente el nombre de la enfermedad es taeniasis o cisticercosis que consiste principalmente en la INVASIÓN masiva de este parásito a varios tejidos de nuestro organismo.
Nosotros podemos adquirir al parásito comiendo carne de cerdo infectada con la larva (por eso mi mami decía que la carne de puerco era mala mala), aunque también por consumir alimentos que no estén bien lavados y tengan restos de heces humanas. Si la infección no es tratada con tiempo, el parásito se reproduce y migra a otros tejidos como al cerebro llamado entonces neurocistisercosis y es la forma más común y letal de la enfermedad. El parásito se desarrolla y provoca epilepsia, movimientos involuntarios, depresión, episodios sicóticos y finalmente la muerte.
Como otras veces, esta enfermedad está erradicada en varios países de primer mundo, pero aquí, que todos somos recochinos y que alimentamos a nuestros cerdos con lo que sea, pues es una enfermedad bien común. De hecho, del total de pacientes que reciben atención neurológica en nuestro país, cerca de 10 por ciento presenta cisticercosis.
Imagínense nada más un parásito creciendo en el cerebro sin control que puede alcanzar el tamaño de una uva... no se lo imaginen, mejor una imagen:
Como es entonces un problema real para los mexicanos, varios grupos de investigadores se han dado a la tarea de encontrar alternativas para reducir este mal.
El grupo más destacado es el de la doctora Edda Sciutto que trabaja justo en el Departamento de Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, (donde yo trabajo =P), ella desarrolló y patentó una vacuna para administrarla a cerdos en comunidades rurales que actualmente está en fase de producción para su venta por parte de los laboratorios Silanes SA de CV, aún no se lleva a cabo (hasta donde yo sé) este proceso de vacunación masiva pero todo pinta muy bien.

Otro grupo destacado es el del Dr. José Luís Molinari Soriano del Departamento de Inmunología del Instituto de Fisiología Celular (su seminario me inspiró para hacer este post). Él encontró una posible causa de la ausencia de sintomatología de la enfermedad. Porque resulta ser, que el individuo no se percata que tiene el parásito en su cerebro hasta que se tiene ya un cuadro avanzado de la enfermedad. Cuando el parásito llega por primera vez al tejido nervioso, éste no desarrolla respuesta inmune, sin embargo, cuando el parásito invade una superficie neuronal considerable (después de tres años aproximadamente) el cerebro responde y con esto se desencadenan todos los síntomas que antes describí.
El Dr Molinari y su grupo lograron aislar un “extractosinombre” que inhibe la actividad de los linfocitos, por lo que parece ser que el mismo parásito contiene un compuesto que inhibe la respuesta de su huésped, un especie de “espía” que manda al batallón contrario para “cegarlo” y permitir que entre el parásito… interesante ¿no?
Ya. demasiada ñoñez.
Abajo otro post típico de mi blog

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jejeje eso me recuerda que mi prima tenìa una supuesta cisticercosis, la cual se le quito cuando empezo a ponerle con su novio, digo digo se embarazo jejeje, que tal manis, como vex?

VEANE dijo...

yo digo que a lo mejor encontraron la cura.
risas